El costo laboral industrial, cerca del de la convertibilidad

Fabricar un bien en la Argentina tiene un costo laboral, medido en dólares, que es un 16% inferior al de 2001, es decir, al año previo a la devaluación. Sin embargo, el dato observado por rama de la industria muestra una amplia dispersión en cuanto a cómo evolucionó desde entonces esa variable. En algunos sectores, el costo aún supera al que existía en el último año del régimen de convertibilidad, en tanto que hay otros en los que esa barrera se traspasaría en los próximos meses. En cambio, ramas como la automotriz siguen manteniendo una ventaja significativa en comparación con una década atrás, aun cuando los ingresos de sus trabajadores lograron compensar la inflación y ganar, incluso, poder adquisitivo. Así lo describe un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), preparado por los economistas Oriana Londero y Nadín Argañaraz. Al haber crecido los precios de la economía en general, y en consecuencia, los sueldos, con más fuerza que la productividad, el sector fabril va recortando, en el dato promedio, la caída del costo de un 30%, que se había registrado en 2002 tras la devaluación. La caída de costos para la fabricación de bienes fue, de hecho, una de las causas de la recuperación económica en sus inicios. El informe citado señala que las ramas fabriles en las que, según datos al cuarto trimestre de 2009, se está por encima de los costos predevaluación, son las de muebles y colchones (18% arriba), la maderera (6%), la de productos metálicos que no son maquinarias ni equipos (5%), y la del papel y sus productos (4 por ciento). En cambio, con costos bastante por debajo se ubican las industrias de edición e impresión (53% abajo respecto de 2001), las curtiembres (45%), las de instrumentos médicos y de precisión (44%) y las de vehículos automotores, en las que hoy el costo por empleado por unidad de producto todavía es un 40% inferior a la de 2001, siempre según la medición hecha en dólares. Los datos para la elaboración de los índices fueron tomados de fuentes oficiales y, en el caso de los salarios, corresponde a los que los empleadores formales declaran al hacer sus registros para el pago de los aportes y contribuciones a la seguridad social. Una proyección sobre cómo terminaría 2010, al suponer un alza salarial promedio para la industria del 25 por ciento -comparado el cuarto trimestre de 2009 con el de este año- y un dólar a $ 4,10, señala que también ramas como la textil, la de equipos de radio y televisión, la del tabaco y la del plástico quedarían con costos por unidad de producción más elevados que los de 2001. Y, en promedio, el sector industrial tendría, dados esos supuestos, costos laborales equivalentes al 94% de los registrados una década atrás. Según Argañaraz, el hecho de que una rama fabril muestre un costo laboral unitario menor o mayor que el de 2001 está mostrando un incremento o una disminución, respectivamente, de su competitividad. Por tal razón, la actual dinámica muestra que, después de una recuperación significativa de la competitividad promedio, la ventaja comenzó a recortarse, algo que ocurre desde 2003. Sin embargo, el economista agregó que los datos de los costos industriales no ofrecen por sí solos una perspectiva completa de la situación, porque deberían compararse con cuánto cuesta la producción de los bienes en países competidores. Productividad en baja Sobre la base de datos del Indec de la actividad industrial, el informe del Iaraf sostiene que la productividad promedio -lo que cada trabajador aporta a la producción- creció un 50 por ciento entre principios de 2002 y fines de 2009. En los primeros años de recuperación de la actividad, el ritmo de crecimiento de esa variable fue muy alto, "con tasas de incremento interanual del 9,5% en 2002 y en 2003". En los años siguientes, la tasa se redujo hasta el 1,1% de 2008, y, según el informe, eso responde a la falta de inversiones de capital en las empresas para ampliar la capacidad de producción. Los salarios declarados de la industria mostraron también un fuerte grado de dispersión en cuanto a su evolución desde 2001, desde cuando, según estudios de consultoras privadas, la inflación acumula entre un 250 y un 300 por ciento. El sueldo promedio declarado de la industria subió alrededor de un 380% y se ubicó en los $ 4387 (en bruto) en el primer trimestre de este año. En la rama tabacalera, el alza fue del 222% y, en el otro extremo, las remuneraciones de las fábricas de productos de caucho y plástico se elevaron un 432 por ciento. Sólo en 2009, el alza salarial promedio de la industria fue del 20%: en este caso, los extremos fueron las fábricas automotrices, con un alza del 28%, y las de prendas de vestir, en las que el incremento del nivel de sueldos declarados fue del 8,9 por ciento. via: lanacion.com

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